/// El acto creativo tiene algo de onanismo, o quizás mucho. En su agitada repetición, un sube y baja constante, la mente tiende con facilidad a ensimismarse, a encerrarse en un higiénico circuito cerrado. Lo autorreferencial con frecuencia es el sino del artista o, por extensión, de cualquier ente pensante /// Terrorífico si concebimos a la obra como a una hija, un ser independiente dotado de conciencia; y al artista como un genio todopoderoso, capaz de engendrar vida, una Gran Madre hermafrodita. Una estructura que sin lugar a dudas encaja dentro de lo que se espera de uno, un resultado más del llamado orden heterosexual y reproductivo mencionado por Monique Wittig.
/// Quizás para mi, el arte no es siquiera un aborto porque no hay un otro. Sólo uno mismo y un acto. Un instante placentero donde el semen resbala caliente por tu mano. ¿Qué iba a ser si no? Sin duda, una magnífica paja ///
No hay comentarios:
Publicar un comentario